Es difícil volver a confiar… decidirse a quitar las barrreras que protegen al corazón.
Es difícil vencer el miedo que corroe cada uno de los poros, después de que nuestra alma ha sufrido una pérdida de amor.
Sin embargo, a pesar del terror que pueda caudar quitarse la armadura, siempre habrá algo bello esperando afuera; una bella sonrisa, la mano incondicional de un amigo, la lagrima compartida de tu hermano y ese roce de labios por descuido con esa persona especial.
Hoy a pesar del millón de miedos que sacuden mi ser, he decidido enseñar cada uno de mis defectos, así como también mis virtudes. He desidido dar el más dulce de los besos, enviar el suspiro más profundo y sobre todo, he decidido amar sin esperar nada a cambio, tan solo el saber que tengo la capacidad de poder amar con todo lo que soy y todo lo que tengo…
Merche